Ha quedado demostrado que la secretaria de Cultura de Jalisco, Lourdes González Pérez no sabe leer, pues ha incurrido en una serie de violaciones a los derechos de los trabajadores bajo su cargo que, de otra forma se podrían interpretar como actos delictivos.

Si bien es cierto que la llegada de Lourdes González Pérez a la Secretaría de Cultura fue considerada una opción poco interesante para dirigir los proyectos culturales del estado, se llegó a pensar que, por lo menos arreglaría el desorden administrativo que su antecesora, Giovana Jaspersen García, había propiciando.

Sin embargo, su actuar lento al momento de tomar decisiones y lo poco atenta con los trabajadores que laboran en la institución que dirige, ha propiciado un mal ambiente en su administración.

Las cosas se han complicado aún más a partir de la instalación ilegal de una Comisión Mixta de Escalafón con el fin de realizar un proceso escalafonario amañado, donde entre otras inconsistencias destaca la inclusión dentro de la comisión de una líder sindical, que según el Tribunal de Arbitraje y Escalafón registra 64 trabajadores de base, y deja fuera al líder sindical mayoritario, según constancia de mayoría otorgada por el Tribunal de Arbitraje y Escalafón,   Omar Hernández Nuño.

Según el documento del TAE, el Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Cultura acreditó la afiliación de 257 trabajadores de base.

La realización básica de una operación matemática de resta, le permitiría a la secretaria de Cultura de Jalisco, Lourdes González Pérez, comprender que la representación sindical mayoritaria es la que dirige Omar Hernández.

Una lectura básica de comprensión, le permitiría a Lourdes González Pérez, secretaria de Cultura de Jalisco, entender que un documento legal acredita que su Comisión Mixta de Escalafón está mal estructurada y legalmente, lo que ahí se acuerde carece de valor legal.

Así pues, parece que las matemáticas y la lectura no son habilidades que la secretaria de Cultura de Jalisco, Lourdes González Pérez, domine o practique.

De otra forma, podría pensarse que, el manipular de esta forma la Comisión Mixta de Escalafón busca únicamente repartir un aproximado de 35 plazas entre gente que no es trabajador de base de la Secretaría de Cultura Jalisco, beneficiando a la líder que desde hace 20 años acomoda a familiares y amigos a su antojo en Cultura Jalisco.