Las organizaciones sindicales en los tiempos del COVID-19: su rol en la protección del empleo y la calidad de vida de los trabajadores de Jalisco

El 20 de enero se presentó ésta ponencia por parte del Lic. Juan Huerta Peres, secretario general sustituto de la Federación de Trabajadores de Jalisco-CTM Jalisco, en la Cámara de Comercio de Guadalajara.
Reproducimos aquí una parte de lo expuesto por el líder sindical por la importancia de su contenido:
Al igual que todos los sectores productivos, el universo de los trabajadores ha tenido una fuerte sacudida, no sólo en nuestro estado sino en el mundo entero; donde se ha podido sentir la mano fría de la muerte por COVID-19. El luto que ha dejado entre familias y amigos nos tiene en la actualidad, entre la espada y la pared ante la disyuntiva de atacar la pandemia a través del aislamiento y la sana distancia o impulsar la economía con mayor productividad y competitividad para salir adelante. Las organizaciones sindicales hemos hecho nuestra parte con distintas aportaciones, desde la directa asesoría y apoyo a nuestros agremiados, así como la participación decidida dentro de los planes de contingencia del virus y la reactivación económica, dejando claro que sólo unidos con una misma meta podremos salir delante de esta crisis sanitaria y económica.
Una de las maneras más eficientes de pasar un temporal es la agrupación entre iguales para hacer frente a los problemas. De esta idea surge la necesidad de la organización en gremios, a través de sindicatos que forman federaciones y constituyen un bastión para la aplicación de soluciones en bien de todos. Hoy más que nunca, la pandemia, ha requerido de una estrategia y apoyo más allá de lo individual; y las organizaciones obreras como la CTM, la CROC, la FROC o la CROM, por mencionar las centrales más grandes, han establecido rutas para que esta situación sea más llevadera.
En lo particular la Federación de Trabajadores de Jalisco ha tenido que abrir varios frentes y construir caminos con todos los actores de la sociedad, empresarios, académicos, gobierno y centrales obreras hermanas para transitar por la mejor vía con el fin de ayudar a los trabajadores. En este sentido reconocemos como fundamental, para el avance a través de acuerdos, la relación con las fuentes de trabajo. El capital es sumamente importante para el desarrollo de los pueblos y ahora se necesita más que nunca tener una base en donde se pueda construir un mejor futuro para todos, aportando cada uno su parte, lo que sabe y debe hacer en esta reciprocidad productiva.
Los sindicatos han estado apoyando a los trabajadores para sortear el temporal con medidas específicas que puedan ayudar en la lucha por sobrevivir en el ámbito laboral, protegiendo sus fuentes de ingreso. A la vez, han hecho negociaciones para que en la medida de sus posibilidades los negocios de manera solidaria puedan aguantar esta embestida económica. Nos ubicamos en una recesión anunciada desde el principio de año, cuando aún no se decretaba el alto peligro del COVID-19, y donde para el mes de julio se establecían los probables alcances de la caída en el PIB considerados como uno de los peores en la historia de México (Morales, 2020).
El anuncio de la pandemia un fuerte golpe a la clase trabajadora
Ante todo, debemos establecer que, de marzo a la fecha, ha sido un peregrinar en todos los órdenes: el económico, social, familiar, cultural, jurídico, político y también sindical. Siempre bajo
el marco de la presión por evitar el contagio de esta enfermedad que ha cobrado miles de muertes en nuestro estado.
 
El gobierno de Jalisco, al enterarse del decreto de pandemia (Director General de la OMS, 2020), propuso junto con los investigadores de la Universidad de Guadalajara el adelantarse por lo menos una semana a los protocolos de sanidad. Retrasando de esa manera la transmisión del COVID-19 con el objetivo de tener preparado hospitales, médicos, enfermeras y en general todo personal especializado para el combate del virus. La declaración de contagio mundial o pandemia (Director General de la OMS, 2020) fue el primer golpe para la economía. Sobre todo, entre los niveles más desprotegidos, en las áreas que el ingreso del día a día es lo fundamental. De esa manera, el frenar, aún más la actividad de negocios y empresas provocó el cierre de muchas fuentes de trabajo que estaban ya muy deprimidas. Fue el empujón que los envió a la quiebra… de la cual ya muchos no se recuperaron hasta la fecha.
Han sido meses donde hemos visto que se han realizado acciones para detener esta pandemia, como la suspensión de las clases (Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, 2020a). Pero desgraciadamente estas no han sido muy exitosas debido a la gran necesidad de establecer cercos sanitarios y evitar que las personas salgan para hacer su vida como tradicionalmente venían haciendo. La familia ha sido vulnerada, la convivencia con niños y personas de la tercera edad ha sufrido consecuencias importantes debido al encierro y la falta de socialización, de entretenimiento o de opciones laborales que pudieran proporcionar mejores condiciones de vida.
Todos los implicados han establecido sus propuestas para salir adelante, se han desarrollado muchas reuniones, peticiones y acuerdos… ¿y el resultado?
 
Estamos atorados en el mismo lugar, donde la tensión sanitaria, económica, social, cultural, educativa o familiar se ha politizado. Ahora el sector obrero, los trabajadores de Jalisco como parte fundamental del progreso de nuestro país, debe servir como catalizador entre las partes para impulsar una mejor situación.
Como motor de las cuatro hélices… patrones, trabajadores, academia y gobierno, podemos aportar lo que sabemos hacer para el bien común, tomando en cuenta que, con un mismo sentido y camino las cosas se hacen mejor. Es necesaria una dirección correcta y unidad para lograr aplicar la solución que provoque mejores resultados. Sabemos que son varias las áreas de oportunidad a desarrollar para lograr una mejoría en estos procesos, en los que las centrales obreras y sindicatos podemos colaborar con: contratos colectivos con visión participativa, acuerdos acerca de las condiciones laborales de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas; para vigilar adecuadamente las circunstancias y defender sus derechos adaptándose a la nueva realidad con el afán de la defensa de sus fuentes de trabajo y la promoción de nuevas empresas para ampliar la oferta de empleos.
La reactivación económica y el plan para desarrollarlo
Los sindicatos y sus representantes hemos estado siempre con el mejor ánimo para ayudar en su recuperación a nuestro estado. Prueba de ello es que al momento en que se convocó a la mesa ampliada del ´Plan Jalisco para la Reactivación Económica de Jalisco´ estuvimos aportando nuestra visión. Llevamos la voz de los trabajadores para solicitar apoyos y acuerdos que pudieran mitigar en algo la precaria situación de la población económicamente activa que pertenece al sector obrero. El Plan Jalisco para la Reactivación Económica contempla las siguientes temáticas (Gobierno del estado de Jalisco, 2020):
1) Equilibrio presupuestal: que incluye el plan de austeridad y la reorientación
del gasto público.
2) Programas económicos: se refiere a la reapertura gradual de los sectores
productivos de Jalisco.
 
3) Detonadores estratégicos: los sectores prioritarios para la reactivación
económica.
4) Financiamiento: opciones de financiamiento para el desarrollo.
5) Sistema de seguimiento y monitoreo: seguimiento puntual de las etapas.
Dentro de las temáticas que se tocaron en esta mesa ampliada, se puso el clamor de las empresas por abrir y trabajar para evitar más desgaste; el tiempo corría y las empresas estaban cada vez más desesperadas. Así, se fueron abriendo de manera lenta una cantidad de negocios no esenciales para evitar el colapso total de fuentes de trabajo del sector obrero; con el ´Protocolo General para el reinicio de aquellas actividades que hubiesen estado suspendidas parcial o totalmente en la Secretaría de Salud y sus Órganos Desconcentrados´. Este protocolo especifica datos y formatos para que cada negocio pudiera volver a ofrecer sus productos y servicios (Secretaria de Salud, 2020a).
El panorama que nos ha tocado vivir es sumamente delicado, además del aspecto de los ingresos, podemos ver el deterioro entre la sociedad Jalisciense. Las familias en general lo han sufrido en cada área, específicamente con las personas más vulnerables al contagio: los adultos mayores, personas con obesidad mórbida o con alguna enfermedad como diabetes, hipertensión o problemas de circulación. Por su parte los jóvenes se encuentran encerrados sin poder salir ni siquiera a la escuela por la suspensión de todos los niveles educativos, desde el kínder hasta la educación superior. De la misma forma, los padres y madres trabajadores se ven afectados, se enferman de frustración y afecciones mentales. La pandemia y sus
 
consecuencias han provocado incluso ataques de depresión profunda en algunas personas al no tener una puerta de escape para su situación. Esto se debe valorar como esencial en el desarrollo del tema de la pandemia, ya que en el interior de la familia se deben dar relaciones sanas con un desarrollo bien identificado para evitar caer en depresiones y en la anemia social.
Es en este contexto donde se viene acuñando una nueva frase, denominada por el subsecretario de salud federal Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, “La nueva normalidad”, para referirse a la nueva manera de vivir en sociedad (COVID-19 Medidas Económicas, 2020). En este sentido, el esquema que el gobierno federal encontró para la promoción económica se basa en un semáforo regional según el número de contagios y muertes, así como el abasto de instalaciones y personal para tratar esta enfermedad. “A partir del 1 de junio de 2020, en México se definirá semanalmente el riesgo de contagio por región, a través de un sistema de semáforo. El color del semáforo indicará las actividades que es posible realizar en los ámbitos económico, educativo y social” (COVID-19 Medidas Económicas, 2020, párrafo 1). En Jalisco la cuestión médica se ha estado monitoreando con pruebas que por nuestro número de habitantes nos posicionan en semáforo rojo o naranja según el tiempo en que se consulte.
Pero, ¿Qué es lo que incluye esta nueva normalidad?, por ejemplo, en el aspecto laboral hay algunas empresas que optaron por el trabajo en casa a distancia. Hay quienes desde su hogar han estado atendiendo su empleo, muestra de que el home office puede ser una opción. Pero considerando el trabajo donde la mano de obra es lo principal esta modalidad no es viable para todos. En este aspecto salieron algunas peticiones para el gobierno federal, tomando en cuenta que para el mes de julio ya las cosas estaban muy difíciles y el empleo tanto a nivel nacional como local estaba muy deteriorado.
En todo esto el área tecnológica y la capacitación en el manejo de redes o del internet fueron de vital interés. Usadas para trabajar en las áreas con manejo de tecnologías de la información o de la mano de obra calificada; que cada día se ve más en las grandes ciudades como Guadalajara.

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